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DEVOCIONALES

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¡Vestidos de lujo para la ocasión! (Segunda parte de tres)

Estudio del libro de Génesis

Duración 233 días

¡Vestidos de lujo para la ocasión! (Segunda parte de tres)
“Del azul, púrpura y carmesí hicieron las vestiduras del ministerio para ministrar en el santuario, y asimismo hicieron las vestiduras sagradas para Aarón, como Jehová lo había mandado a Moisés... Hicieron asimismo la lámina de la diadema santa de oro puro, y escribieron en ella como grabado de sello: SANTIDAD A JEHOVÁ” (Éxodo 39:1, 30).
Lecturas adicionales: 1 Crónicas 16:8; Salmo 9:16; Proverbio 25:15;  Jeremías 9:23-24;  Lucas 21:19; Gálatas 5:22; 2 Timoteo 1:7.  

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Seguimos añadiendo a nuestra vestidura: “Conocimiento”: acción y efecto de conocer: Vistámonos de la palabra de Dios, conozcámosla a fondo para ayudar a otros a conocer a Dios.

“... añadid... al conocimiento, dominio propio” (2 Pedro 1:5-6): Aquí debemos vestirnos de disciplina. Practicar el autocontrol de nuestros hábitos en todos los ámbitos de la vida. Autocontrol de nuestras palabras, de nuestras costumbres aprendidas a través de los años, de nuestros pensamientos y de nuestro tiempo.

“... añadid... al dominio propio, paciencia” (vv. 5-6): Paciencia es la capacidad de padecer o soportar algo sin alterarse; capacidad para hacer cosas pesadas o minuciosas; facultad de saber esperar cuando algo se desea mucho. Esto es algo que nosotros debemos añadir cada minuto de nuestro día.

“... añadid... a la paciencia, piedad” (vv. 5-6): Piedad es una devoción y fervor intenso a todo lo santo. Sigamos cambiando hábitos del pasado por nuevos hábitos santos: La lectura de la Palabra, la buena conversación, las palabras que elogian y edifican a otros, el servicio a la comunidad, la pasión por los perdidos, el compañerismo con otros cristianos, la participación en los cultos y servicios de nuestra iglesia. ¡Vistámonos de piedad! Seamos devotos a todo aquello que es santo: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” (Filipenses 4:8).

Hoy oro para que podamos tener en cuenta diariamente estas prácticas durante nuestro servicio a Dios y a su iglesia.
 

 
 
 
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