El propósito de Dios desde el principio de la creación ha sido extender su gracia, gloria, y reino a toda criatura, razón por la cual Cristo vino a este mundo a redimir al hombre de su condición caída y apartada. Y en esto consiste el evangelio de Jesucristo, que Dios mostró su amor por los pecadores al perdonar todas sus transgresiones en la Cruz del calvario y les otorgó el poder y la gracia para acceder a una vida nueva y abundante por medio de la fe.
Pero la iglesia no se puede conformar con recibir esta bendición si no que tiene la responsabilidad de compartirla con otros y alcanzarlos por medio de la proclamación de este mensaje de esperanza y salvación como el apóstol Pablo lo describe mejor en la carta a los Romanos 10:12-17 “Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan; porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: !!Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! Mas no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”.
Pablo describe la necesidad que existe en el mundo de oír el mensaje de salvación para alcanzar las promesas del Señor, de acuerdo a las escrituras Dios no ha hecho acepción de personas, por el contrario “todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo” es decir que la salvación está disponible para todo aquel que la recibe por medio de la fe en Cristo, pero es interesante las preguntas que el apóstol hace a los Romanos y que son igualmente válidas para nosotros hoy, esta cadena de interrogantes de ¿Cómo invocaran, creerán y oirán ¿ debe confrontar la actitud pasiva e indiferente de la iglesia de hoy, que pasa ¿si no hay una iglesia responsable que asuma el llamado y predique el evangelio en obediencia a la gran comisión? Si la condición precaria del mundo en que vivimos lleno de corrupción, inmoralidad, violencia, pobreza, desesperanza etc. Si ese panorama tan gris no motiva a la iglesia a abrir su boca y proclamar las buenas nuevas, entonces esto significa que la misma iglesia también esta hundida en el egoísmo, la insensibilidad y le ha dado prioridad a su propia agenda y no a la de Dios,
¡¡el apóstol Pablo dice allí en Romanos 10:15 “!!Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!” este es el principio de ALCANCE el cual nos desafía a decirle al Señor heme aquí, envíame a mi ¡ queremos ser parte de la generación que obedece y no calla, si no que abre su boca, predica en tiempo y fuera de tiempo, teniendo la certeza que la mies es mucha y los obreros pocos, pero que esa cosecha antes de ser recogida debe ser cultivada por medio del anuncio integral del evangelio y la fidelidad a la palabra del Señor, cuando las naciones pueda oír tendrán la oportunidad de creer y salvarse, según las escrituras la salvación es por fe y “la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” Romanos 10:17 por lo tanto es urgente proclamar el Reino de Dios.
Tampoco podemos desconocer que las circunstancias presentes han sensibilizado muchas personas que están abriendo sus corazones a Dios y están entregando sus vidas a Jesús, como iglesia debemos tener procesos que les ayuden a conocer y afirmar su decisión al punto que se identifiquen con el mensaje, muerte y resurrección de Cristo, bautizándose como testimonio de su nueva fe y esperanza, entrado a ser parte del Reino.
Ver Bautismo"A Dios le agrada que su pueblo vea que no hay otra salida, que no hay otra esperanza, excepto en la oración. En esto consiste el poder de la iglesia"
Andrés Bonar