Devocional diario

¡Qué Bueno!

“Y vio Dios que era bueno” (Génesis 1:10, véase también 1:12, 18, 21, 25).

Lecturas adicionales: Salmos 104; Salmos 114:7, 8; Jeremías 32:17

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Busqué en mi Biblia digital la frase “Y vio Dios que era bueno” y vi que aparecía 151 veces. La Biblia es clara: “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de
las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación” (Santiago 1:17).

Todos hemos disfrutado de su creación. ¿Qué haríamos sin sol o sin las estrellas y el universo? ¿Qué haríamos sin agua? Sería imposible existir. ¿O qué haríamos sin los animales y sin tanta variedad de plantas y árboles frutales? ¡Todo lo hizo con mucha sabiduría, lindo y perfecto! Podemos sentir su amor desde el comienzo de su creación. Pensó en todo y en todos. ¿Hay algo más grande, creativo y poderoso que Él? ¿Qué había en su corazón al crear las flores, los colores, el aroma, el aire, el viento, las montañas, el mar y tanta belleza que nos rodea día a día?

Hagamos hoy un inventario de todo lo bueno que hemos recibido. Todo es de parte de Dios. Seamos agradecidos. “Dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo” (Efesios 5:20).

Y en estos postreros días hemos recibido lo mejor de lo mejor, lo más precioso que alguien pueda recibir: al Hijo de Dios que vino a morir cruelmente en una cruz para darnos salvación del pecado. Pero, en primer lugar, recíbalo a Él, porque en Él está todo lo bueno. Él nos perdona, nos limpia, nos bendice, nos ama, nos acepta como sus hijos y nos guía por el camino que debemos andar.

Oremos y agradezcámosle a Dios por todo lo bueno que hemos recibido de Él. Todo, absolutamente todo, lo que Dios hace es bueno.