Devocional diario

Y tú, ¿quién eres?

“Este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas para que le preguntasen: ¿Tú, quién eres?” (Juan 1:19).

Lecturas adicionales: Salmos 138:8; 139:13-16; Isaías 6:5; Romanos 8:28; 1 Corintios 15:10; 2 Corintios 3:4-6; 11:11; 1 Timoteo 1:15

¿Qué principios me enseña la biblia?

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¿Cómo puedo aplicar estos principios a mi vida?

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¿Tú quién eres? En otras palabras, ¿cuál es su identidad?

Los medios masivos de comunicación, filosofías y religiones tratan de que establezcamos nuestra identidad en ellos y en sus valores.

Soy “alguien” si tengo éstos o aquellos títulos, si luzco de ésta u otra manera, si me expreso de cierta manera, si vivo en cierto lugar, etc.

La Biblia dice que para conocernos y saber quiénes somos debemos conocer a Dios. Al conocerlo a Él, comienzo a entender verdaderamente quién soy. Jesús es la imagen visible del Dios invisible. Él vino a demostrarnos con quién debemos identificarnos. “Discípulos semejantes a Cristo”.

Soy una criatura de Dios, y por medio de su gracia y amor puedo llegar a ser todo lo que Él quiere para mí. Al ser su diseño, potencialmente, puedo ser una persona increíble, que tendrá propósito y se sentirá satisfecha cumpliendo el rol o el llamado que Él tiene para mí (ver Salmos 139).

La Biblia también declara que nacemos con el pecado original, con rebeldía en nuestro corazón y lejos de Dios. Pero si estamos dispuestos a aceptar su amor y su gracia, Él nos transforma, y podemos llegar a ser la creación que Él quiere que seamos.

Puedo decir que sin Dios, “no soy nada”, pero con Él y en Él, tengo razón de ser y propósito, y todo lo que me acontece es para formarme y cumplir el fin para el cual fui creado, “para la alabanza de su gloria” (Efesios 1:6, 12, 14).