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DEVOCIONALES

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La iglesia perseguida

Duración 369 días

La iglesia perseguida
“Estas cosas os he hablado, para que no tengáis tropiezo. Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios. Y harán esto porque no conocen al Padre ni a mí” (Juan 16:1-3). 
Lecturas adicionales: Mateo 11:4-6; 16:23; 24:10-12; Hechos 8:1-3.

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La palabra “tropiezo” significa una trampa que usa una carnada o cebo para cazar ratones. Jesús no es causa de tropiezo: “Estas cosas os he hablado, para que no tengáis tropiezo”. Jesús nos advierte que sufriremos persecución, para que no nos escandalicemos cuando esto suceda.

La iglesia hoy es perseguida en algunos lugares de forma muy cruel y extrema: “Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios”. 

El evangelio de Jesucristo, las buenas noticias, traen miles de bendiciones. A la vez, el seguir a Cristo incita a la persecución. La persecución se debe a que somos luz a otros. La luz de Dios en nuestra vida hace que otros se enojen con Dios, pues nuestra vida resalta el pecado de ellos. De allí viene la persecución.

También viene la persecución debido a la ignorancia de algunas personas que siguen ideologías erróneas y matan y mueren por algo que no es real. Porque no conocen la Verdad. Otra razón de persecución es por maldad. Cuando Jesús resucitó a Lázaro, buscaban a Jesús para destruirlo. Cuando Pedro y Juan sanaron al cojo, también sufrieron persecución. Lo inconcebible es que se persiga a alguien porque hace un bien y no porque ha cometido un crimen.

Jesús advierte a sus seguidores el costo de ser cristianos: “Y harán esto porque no conocen al Padre ni a mí. Mas os he dicho estas cosas, para que cuando llegue la hora, os acordéis de que ya os lo había dicho” (Juan 16:3-4).

“Porque si en el árbol verde hacen estas cosas, ¿en el seco, qué no se hará?” (Lucas 23:31).
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