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DEVOCIONALES

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PASOS HACIA LA LIBERTAD

El libro de Éxodo ha fascinado tanto a creyentes como a incrédulos a través de los siglos. Existen pocas historias bíblicas que han capturado la imaginación de la gente de diferentes épocas, culturas y creencias religiosas.

Christian Sarmiento ha escogido ver a Éxodo no sólo como una historia del pasado. En las páginas de este libro devocional, él nos lleva de vuelta a examinar momentos críticos en la historia de los hijos de Israel y de esos momentos resalta principios de vida para hoy.

Usted descubrirá una verdad que trasciende el tiempo y las circunstancias. A medida que lea estos pensamientos devocionales, encontrará verdades eternas para su caminar diario. Viajando a la par del pueblo de Dios de la antigüedad sentirá al Dios de ellos a su lado.

Duración 124 días

PASOS HACIA LA LIBERTAD
“Y dijo: Si ahora, Señor, he hallado gracia en tus ojos, vaya ahora el Señor en medio de nosotros; porque es un pueblo de dura cerviz; y perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado, y tómanos por tu heredad. Y él contestó: He aquí, yo hago pacto delante de todo tu pueblo; haré maravillas que no han sido hechas en toda la tierra, ni en nación alguna, y verá todo el pueblo en medio del cual estás tú, la obra de Jehová; porque será cosa tremenda la que yo haré contigo” (Éxodo 34:9-10).
Lecturas adicionales: Juan 9:1-3; Gálatas 3:5a.

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Moisés al oír la revelación de Dios mismo, que expresa quién es Él, le adora y le dice: “... Si ahora, Señor, he hallado gracia en tus ojos...” (v. 9).

Y pide la presencia en medio de su pueblo: “... vaya ahora el Señor en medio de nosotros” (v. 9b).

Reconoce la condición del pueblo, tercos y orientados hacia sí mismos: “porque es un pueblo de dura cerviz” (v. 9c).

Pide perdón por su perversidad y pecado continuo: “perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado” (v. 9d).

Moisés se atreve a pedir que el pueblo se convierta en una herencia para Dios, le pide que eternamente pertenezcan a Él; consagra por la eternidad su pueblo: “y tómanos por tu heredad” (v. 9e).

Dios le responde a Moisés con mucho amor y le da promesas hermosísimas: Dios promete establecer una relación con su pueblo: “... He aquí, yo hago pacto delante de todo tu pueblo” (v. 10).

“Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo” (Jeremías 31:33).

Dios promete manifestarse en medio de su pueblo y demostrar la clase de Dios que Él es: “haré maravillas que no han sido hechas en toda la tierra, ni en nación alguna” (v. 10b).

Nadie tendrá duda de Quién es el que hace maravillas y portentos: “... y verá todo el pueblo en medio del cual estás tú, la obra de Jehová...” (v. 10).

Ante la consagración total de Moisés, Dios le promete a Él y al pueblo la demostración de su poder a través de ellos: “... porque será cosa tremenda la que yo haré contigo” (v. 10).

“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:8).

Hoy oro para que le pidamos a Dios que esté en medio de nosotros, sabiendo que Él hará pacto con nosotros y que hará “cosa tremenda” si estamos dispuestos a ser completamente de Él.

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